Profesor Manuel Moreno Castañeda

Repensar y recrear la educación

Repensar y Recrear la Educación

Manuel Moreno Castañeda

Este texto lo escribí como base para participar en el panel “Innovación educativa en tiempos de pandemia” el día 8 de diciembre del año 2020, como parte del evento “Recrea Academy” que organizó la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco. Escrito en el que procuro tener la perspectiva de tres escenarios: la pre-pandemia, la pandemia y la post-pandemia, desde ahí, me planteo el repensar y recrear la educación en un mundo cuya complejidad nos vino a recordar esta crisis pandémica. Y me pregunto: ¿Hasta dónde nuestros sistemas educativos y sus organizaciones académicas están preparadas para ello? Si en el presente persisten problemas de calidad y equidad en la cobertura y atención académica ¿Qué hacer en adelante?

Cuando nos proponemos realizar cambios que creemos necesarios en educación, puede ser que esperemos condiciones idóneas, pero suele suceder que son situaciones adversas las que propician esos cambios que las políticas y estrategias convencionales no habían podido hacer porque se basan en visiones de supuesta homogeneidad, linealidad y certidumbre que no corresponden a la realidad. Realidad cuya complejidad es multidimensional, diversa, cambiante e incierta. Esto nos habla de la necesidad de pensar y recrear la educación a partir de realidades concretas, de cómo vemos esa realidad, como la pensamos y planteamos su recreación. Lo que nos lleva al gran reto de “Pensar y recrear la educación”. No sólo las escuelas. Algo que por obvio solemos olvidar es que la educación es mucho más que las escuelas. La misma SEP que hace cien años surgió como instancia del estado mexicano para atender la educación pública y en sus principios tuvo esa preocupación, luego pareció más preocupada por las escuelas y limitada a éstas.

Ahora con esta crisis sanitaria causada por el SARS-COV2, con todos los males que nos ha traído, la propuesta es que la tomemos como una experimentación obligada, como una oportunidad de aprender, de pensar, cuestionar y recrear nuestros sistemas educativos.

Yo pienso lo educativo a partir del repensar el modo como se ha pensado históricamente la educación, no sólo las escuelas. Pensar sobre el pensamiento educativo mismo. Pensar en las ideas en que se sustenta nuestra educación, el pensamiento científico, el pensamiento filosófico y el pensamiento social. Es sobre estas bases que se cimentan o deben cimentar las ideas y organizaciones académicas y de las que debemos tener plena conciencia. Pensar la educación crítica y propositivamente. ¿Qué personas queremos ser para qué sociedad?

Con respecto al recrear lo veo desde dos perspectivas, una, como volver a crear lo creado en educación y otra, su visión como un recreo, un goce, la educación para gozar de la vida. No perder de vista que aprender es un placer, aunque a veces en las escuelas se viva lo contrario.

Considero necesario tener otras miradas hacia lo educativo y que las instituciones académicas se enfoquen en la complejidad de la vida real y las situaciones que se deben enfrentar. En la obra “Replantear la educación” de la UNESCO nos dicen: “Los cambios del mundo actual se caracterizan por niveles nuevos de complejidad y contradicción. Estos cambios generan tensiones para los que la educación tiene que preparar a los individuos y las comunidades capacitándolos para adaptarse y responder” (P. 9) Lo que significa responder a situaciones diversas, multidimensionales, inciertas, cambiantes y ambiguas.

Ahora como siempre, se requiere de organizaciones académicas aprendientes, proactivas y anticipatorias, con la suficiente flexibilidad para enfrentarse a lo inesperado sin demérito de su calidad y rigor académico. Lo que implica centrarse y atender más los procesos educativos esenciales y luego en las circunstancias en modos en que suceden e instrumentos que se utilizan, viendo en qué medida esas circunstancias, modos y medios afectan los procesos educativos esenciales.

Pensar y recrear la educación implica cuestionarnos: ¿Nuestro sistema educativo, sus organizaciones y quiénes toman decisiones y la gestionan están preparados para esas funciones? Un acercamiento a responder esta pregunta puede hacerse reflexionando en:

Las bases científicas, filosóficas y sociales en que se sustenta nuestro sistema educativo.

Las políticas educativas tanto en su integralidad como en su integración con otras políticas sociales.

La estructura organizacional de las instituciones académicas, que se vieron lentas y rígidas para actuar ante la crisis pandémica. No perder de vista que la vida es siempre incierta, lo que hizo el COVID-19 fue recordárnoslo.

Las prácticas académicas cotidianas.

Los contenidos, diseño y gestión curricular, en su apertura para incorporar nuevos conocimientos, flexibilidad para adecuarse a situaciones diversas y con libertad en sus trayectorias.

Vinculación de la escuela con la comunidad, procurando la autenticidad de sus representantes.